Una dulce derrota.

La Unión se enfrentaba al Real Valladolid en la Copa Castilla y León, con la ilusión de eliminar al máximo rival, que llegaba a la capital charra con los descartes del primer equipo, y jugadores de sus filiales. El equipo tampoco lo daría todo por ganar, si no que Etxeberría tenía pensado probar a sus jugadores, y ver cómo funcionaban. Además, los tenía muy cansados, ya que está haciendo casi a diario doble sesión de entrenamientos.

(Foto de Salamanca 24 Horas)

Empezaba el partido con dominio blanquinegro, pero con poca llegada y sin acorralar al rival, como es habitual en esta pretemporada. En cambio, a los 10 minutos, el Pucela cogió la pelota y se lanzó a la portería local en una jugada aislada, cosa que aprovechó De Lucas a la contra, lanzando un gran pase sobre Javi H., que controló genial y lanzó una volea, marcando un gran gol a la cepa del poste.

A partir de aquí, De Lucas y Víctor Andrés pusieron calma al encuentro, con mucho toque, y recuperaciones muy rápidas de balón. La pareja anteriormente mencionada, fueron seguramente los mejores jugadores del partido. Robaban, tocaban, y llegaban, pero se empeñaban en dar un último pase que en pocas ocasiones llegaba al destinatario. Hay que pegar más a puerta.

Arriba, De La Nava se movía bien, dejando muchos huecos para Javi y Coque, pero ninguno de los 3 estuvo acertado en las ocasiones que tuvo, y eso se paga.

Tras el descanso, muchos cambios en ambos equipos. La UDS seguía haciendo pruebas, y los vallisoletanos dando minutos a los canteranos, algunos de 15 años, que poco hicieron en la segunda parte más que correr. En cambio, la medular charra no cambiaba su estilo, y seguía tocando, cansando al rival, con mucha profundidad por las bandas, y ensanchando el campo, con los laterales adelantados. Muy buen juego, pero faltó el acierto de un delantero centro.

En los córners, el Salamanca generaba mucho peligro, y estuvieron a punto de marcar en varias ocasiones, pero la mala fortuna nos salió cara. Además, Javi H., tuvo un mano a mano clarísimo con el portero, pero le estrelló el balón contra su cuerpo.

Ya en los últimos minutos, sin José Ángel en el campo, un error de entendimiento entre los centrales y el portero, costó el gol visitante. Despeje largo de los blanquivioletas, el delantero gana la carrera a la zaga, que se retiraba de la jugada incomprensiblemente, Adrián Murcia está lento en la salida, y gol para el Valladolid, que posteriormente ganaría en tanda de penaltis, 5-4.

Derrota un poco dolorosa, por ser contra el equipo rival, pero que dejó muy buenas sensaciones, y ganas de más fútbol. Ilusiona, y mucho el proyecto de austeridad propuesto, con un grandísimo entrenador. La afición lo demostró ayer, animando casi como en cualquier partido de competición, siendo menos de 2.000 los que estuvimos en el Helmántico. Sí se puede. ¡¡Vamos Salamanca, vamos campeón!!