Ayer saltaban todas las alarmas en Salamanca: la Unión podría desaparecer
próximamente. La falta de liquidez, provocada por la escasa compra de acciones
y la baja cantidad de abonados, es el problema por el cuál el proyecto no es
viable. Los administradores concursales ya lo advirtieron: o se llega a 5.000
socios, o será difícil garantizar los pagos. Y ellos tienen una orden clara, y
es que si no se pueden garantizar los pagos de la plantilla, hay que terminar
con la entidad. Es decir, que desaparecería el club, vaya.
La Gaceta
de Salamanca fue la primera en anunciar la situación, aunque es sabido por
todos que por ahora sólo hay 3.500 personas abonadas, y que las medidas tomadas
por la directiva para aumentarlas, han llegado tarde, muy tarde. El poco
esfuerzo de estas personas es el que ha ocasionado la crisis económica interior
del club.
Por ahora, pocas opciones hay de resolver esto. Si la ciudad
de Salamanca no se implica, el Ayuntamiento tampoco lo hará, y los posibles
inversores son una gran incógnita. Según anunciaba esta misma tarde Cadena SER,
los brasileños no son brasileños, sino italianos, y en dicho grupo está metido
Giovanni Silva, exjugador del Barça, y que en teoría viajará hoy hasta aquí, aunque
pocos confiamos ya en esto.
Así que esta es la situación de la Unión Deportiva Salamanca,
dudosa. Esperemos que todo se resuelva pronto, y para bien. Yo estoy seguro de
que arrimando todos el hombro, saldrá adelante, y seguirá ayudando a la ciudad
a estar bien económicamente. Es la temporada del ascenso. ¡Hala Unión!

