Muchas pruebas. Los chicos no dan más físicamente. En el campo, nadie tira del equipo. Partido aburrido, y sin controlarlo. Hace falta medio del campo. Es un amistoso, pero preocupa.
Los chicos de Simeone se enfrentaban al Deportivo Saprissa,
en su último partido de la gira por América. El ‘Cholo’ probaba de inicio a
Cata, Kader, Tiago y Raúl García, y fallaba. Está demostrado que en este
equipo, regularidad cero. Un día todos son buenos, y al siguiente no sirven ni
para jugar en Segunda B. Cata sólo hacía que arrear, Kader no conseguía frenar
al extremo izquierdo costarricense (buenísimo, por cierto), Tiago desaparecía
en ataque, y de vez en cuando salía para tapar a los laterales, y Raúl García
debió de estar en modo invisible, porque no le vi.
El resto de titulares, correctos. Courtois paró lo que hizo
falta, Miranda correcto, sin destacar, Gabi a rachas, pero mal en general,
Falcao tocó pocos balones y no acertó, y por último el trío que pudo liarla, y
se quedó a punto en varias ocasiones. Filipe, y Cebolla por banda, dieron más
guerra que nadie. Y Arda, se juntaba a ellos desde el centro, con movilidad
total, y no paraban de liarla continuamente. Se juntaban los 3 por la
izquierda, y no había quien los parara. Bueno, sí, Bolívar… Partidazo del meta
local, que dio un recital de reflejos, rapidez, y cómo estirarse.
El Atleti no dio la sensación de tener controlado el partido
en ningún momento, pero había minutos en los que achuchaban mucho, gracias a la
banda zurda. Aún así, el Saprissa nos mataba a las contras, pero por suerte,
Miranda estuvo correcto, y Cata también cortó mucho, aunque terminara el
partido expulsado. Físicamente, el equipo está destrozado. La gran exigencia de
los entrenamientos está provocando que los jugadores no puedan ni con su
cuerpo. El esfuerzo físico colectivo del año pasado, ahora es imposible. Y se
necesita, porque creatividad no hay.
Así que ayer, nadie tiró del equipo de verdad. Filipe, quizás
fue el mejor, pero un lateral no puede arrastrar a todos a jugar. Hace falta un
creador. Hace falta Diego.
Empezó el partido con un 4-2-3-1 extraño, ya que Raúl estaba
por banda, y desaparecido, ya que Kader apenas subía y todo el juego ofensivo
iba para el otro costado. Nada de toque, juego muy directo todo. Llegadas
continuas por banda, y finalizadas con centros, a los que no llegaba Radamel,
muy bien marcado. En otras ocasiones, Luis o Cebolla se metían al área, pero en
ninguna ocasión llegaron a tirar a puerta, muy bien cerrando huecos los de
Costa Rica. A la salida de balón, a ellos también les costaba, por fases del
partido. Muchos pelotazos, pero en el momento en el que pasaban jugando del
centro del campo, ponían en muchos apuros a los rojiblancos. Y en más de una
ocasión dieron un susto.
Así fue toda la primera parte, sin ocasiones claras por
ningún equipo más que un cabezazo a bocajarro del Tigre, que sacó como pudo su
portero. En la segunda, el carrusel de cambios, pero poco cambió. El Atleti tomó
el control de la pelota, pero tampoco fueron constantes. Si la soltaba Óliver,
nadie ponía calma. Falta un medio bueno. Y así siguió lo que quedaba de
partido, poniendo balones al medio, pero sin un rematador. Defensa férrea del
Saprissa, y siguieron haciendo daño a las contras. 0-0 justo, y que demuestra
que este equipo, sin Diego, no es nada. Es la pieza clave. Irremplazable. Lo último
por destacar del encuentro, la segunda amarilla a Daniel Díaz cuando terminaba
el partido. Ya está ejerciendo de lo que es, un animal. No le tragaré jamás…
Y sí, sé que es un amistoso, pero es preocupante ver que no
hay alternativas cuando están cansados, que nadie es capaz de coger el balón y
aguantarlo. Si nos coge así el Valencia, Sevilla o Athletic, nos marca 2
seguro. Hay que cambiar algunas cosas, porque así no se llega a la Champions League
por méritos propios, si no por demérito del rival.
Mi opinión, que Gil Marín y Cerezo nos siguen desmontando el
equipo cada año, que se puede ir cualquier jugar, pero no Diego. Es el alma del
equipo, y sin él, nadie juega al fútbol. Y que mucho tienen cambiar las cosas
para que podamos llegar lejos esta campaña. Yo confío. Pero mejor, diles que se vayan.
