sábado, 9 de junio de 2012

Los equipos, de sus socios; las empresas, de sus dueños.


El club es de sus socios. El fútbol no debe ser ningún negocio de millonarios. Su único amor es por el dinero de sus empresas. Inversiones más que rentables. Gente de poco fiar. El día que se aburran, te dejan con la deuda. Las S.A.D., el cáncer del balompié.

El deporte rey cada día se ve más deteriorado. Cada año algún millonario, habitualmente jeque árabe, toma el control de algún equipo. Después de esto, los fichajes a precios desorbitados son tradición, y esto revoluciona el mercado, de tal manera que no hay estabilidad.
En España, esta situación es bastante reciente, pero en Inglaterra ya llevan años.
Hace tiempo, todo funcionaba bien. Los aficionados eran los que decidían en sus clubes, y si en algo se fallaba, era cosa de todos. Claro que siempre había gente que entendía mucho de cómo manejar la entidad, y las decisiones se tomaban teniendo en cuenta sus consejos.
En cambio, últimamente la moda es vender a los equipos a gente de dinero, con la idea de obtener recursos económicos para poder crear un proyecto ilusionante. Pero a estas personas habitualmente no les interesa en absoluto el club, y sí hacer negocios mediante él. De todo tipo. Tanto ganar dinero confeccionando una buena plantilla con la que ganar títulos, como hacerse publicidad o construir edificios para sus empresas.

En el Manchester City, Al Nahyan, pagó 250 millones de euros para convertirse en el dueño del club, y de esta manera tener el control total. Ahora, se hace publicidad a sí mismo de su aerolínea “Etihad Airways”.
El miembro de la familia real de Abu Dhabi invierte cada año millonadas en este club, para sacar posteriormente rentabilidad en sus empresas. Además del dinero que gane gracias a la publicidad, a través de la entidad ha conseguido contactos con muchas personas importantes, con quienes firma contratos económicos enormes.
En el mundo del cine, ha conseguido recientemente un contrato de aproximadamente 800M, con lo que su aportación de más de 500 millones en fichajes ha sido ya más que beneficiosa.
Por ahora, este señor está siendo responsable por el club y preocupándose por él, pero no todos los casos son iguales, y no sabremos cuánto durará esta ilusión con el proyecto.




Caso más cercano a nosotros es el de Al-Thani en el Málaga Club de Fútbol. Adquirió el equipo por una cifra cercana a los 40 millones de euros, comprado, por supuesto, con los petrodólares que gana en su país.
Su idea, más allá del equipo de fútbol y darse a conocer, era tomar el control del puerto de la Costa del Sol, y a partir de ahí sacar la máxima rentabilidad posible. Y hasta ahora, objetivo cumplido. Ha firmado un contrato mediante el cuál podrá explotar el puerto de Marbella durante los próximos 40 años, y las obras le costarán cerca de 80 millones.
Así, sus beneficios están más que asegurados, y, ahora que ya lo ha conseguido, el equipo deportivo ya no le interesa.
Eso se ha visto reflejado en que los jugadores y todo el cuerpo técnico han estado 4 meses sin cobrar. Su despreocupación ha sido la razón. Ni siquiera ha aparecido por España más que para la última jornada de Liga.
Fernando Hierro, director deportivo del club, ha dejado su puesto ya que estaba harto de los impagos, los retrasos, y la poca atención que le prestaban.




Otros casos de estos multimillonarios pueden ser el PSG, que está formando un gran grupo de profesionales, el Arsenal, o el Manchester United, que fue finalmente quitado por la afición a sus dueños, quienes lo llevaron a la ruina.
En España, hemos sufrido otros casos, como el del Racing o Getafe, dos equipos estafados por esta gente.
Los de Santander, sólo vendieron el 50% de sus acciones, ya que desconfiaban de la gestión de Alí Syed. Y acertaron.
El indio, tras comprar el equipo, desapareció, y no se le volvió a ver el pelo. Eso sí, de vez en cuando manda algún representante para saber que se cuece por aquí.
Sobre Alí, se dice que está siendo perseguido por la Interpol por sus deudas. Ahora bien, el club sigue con su deuda de más de 50 millones, aunque el indio se comprometiera a eliminarla. El dinero no lo ha puesto, ni lo pondrá.
Por Getafe, aún no se lo creen. El verano pasado, Angel Torres dijo que el 99,3% de las acciones del club serían vendidas al Royal Emirates Group, con sede en Dubai, y que el acuerdo se cerraría en el verano de 2012.
Según ellos, pondrían aproximadamente 130 millones, con el objetivo de hacer una ampliación de capital y que el equipo tuviera mayor solvencia. Todo mentira. El único objetivo era invertir en energía solar, y crear diversos lugares dedicados a la cultura árabe. Es decir, hacer sus negocios mediante un club que no les importa.







En definitiva, son gente en la que no puedes confiar. Lo primero, porque te dejen plantado como han hecho con Racing, además de continuar arruinándole, y con el ‘Geta’, equipo que tenía un proyecto de futuro unido al Royal Emirates Group, y que ahora, como dijo su presidente, “se encuentra en un callejón sin salida”.
Y sí, al Málaga han venido, pero ahora que ya se han aprovechado, nada funciona. El dinero no llega. ¿Qué pasa ahora? Ellos ya no se hacen cargo casi, poco a poco se están alejando del club, y terminarán por hacerlo totalmente. Las fichas habrá que seguir pagándolas, y la institución no se puede mantener por sí sola con ese costoso proyecto, aunque estén en la máxima competición continental.

Todo viene por un gran fallo del Gobierno de España.
Durante los años 90, por un Real Decreto, casi todos los clubes españoles se tuvieron que convertir en Sociedad Anónima Deportiva, es decir, una empresa. Se compran acciones, y el que más tenga, manda. En casi todas las entidades hay un máximo accionista con gran diferencia respecto a los demás. Esto le otorga el poder de tomar muchas decisiones en el club, que debería de ser de sus aficionados.
La realidad, es que en ningún equipo se está contento con esta conversión “obligatoria”, sobre todo por las grandes deudas que han sido contraídas por las entidades, aunque en alguno la gestión esté siendo mejor que en otros.

Yo, puedo poner por ejemplo mis equipos. Odio que en la Unión Deportiva Salamanca S.A.D., quisieran tomar control Becali, Jorge Mendes, y J. J. Hidalgo. Creo que Pepe sí debería tomarlo, porque ama el club, y tiene recursos económicos y experiencia como para hacer un buen proyecto de futuro y dar estabilidad al club, pero no los otros adinerados, quienes sólo quieren ganar dinero aprovechándose del club.
En el Club Atlético de Madrid S.A.D., puedo decir que desde que pasaron a ser una empresa nada funciona. Gil y Cerezo tienen casi todo el control del club, hacen y deshacen a su antojo, y cogen lo que quieren. Incluso, han sido intervenidos por apropiación ilegal, pero como el delito prescribe, sin problema para ellos, a seguir beneficiándose…

En definitiva, que los socios son siempre quienes deben tomar las decisiones. Que son quienes aman a su equipo, aunque siempre ayudados de especialistas. Y que los clubes no son ninguna empresa, son grupos de personas unidos por defender unos colores. Que sufren y disfrutan con ellos.

El fútbol no es dinero, es pasión.

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