Grande eternamente

El Atleti se corona campeón de Europa. Con Falcao, todo es más fácil. Había calidad, faltaba sentimiento… hasta que llego Simeone.

El Atlético de Madrid se jugaba la temporada contra su ‘padre’, el Athletic Club, y la final estaba al 50% para las casas de apuestas. En cambio, todo el mundo apostaba por los vascos. No conocen al Atleti…

El partido empezaba con una gran presión arriba de los colchoneros, y con un Athletic, que vestía de verde al ejercer de visitante, que no era capaz de sacar el balón como a ellos les gusta, con toques cortos. Se veían obligados a pegar pelotazos largos, y la defensa de los madrileños, soberbia, lo sacaba todo con criterio.

Mario Suárez, en el que pienso que es el mejor partido que le he visto hacer, sacaba la pelota con tranquilidad, sin ningún error, abriendo el campo perfectamente. Gabi le ayudaba, y con el partidazo de los dos, Diego entraba en juego continuamente con peligro.

En el minuto 6, el brasileño mandó un pase de medio campo a Falcao por abajo, el colombiano, escorado, se metió poco a poco al área, y delante de Amorebieta amagó, recortó, le hizo una bicicleta, y finalmente se marchó de él, y con el balón en la zurda, la menos buena, la cambió de palo a la escuadra, imposible para Gorka. Golazo del tigre que le servía para proclamarse como máximo goleador, por segundo año consecutivo, de la UEFA Europa League.

El ‘Cholo’, pedía cabeza mientras los jugadores lo celebraban, y así fue, el equipo continuó concentrado, la defensa muy ordenada, los laterales sin arriesgar subiendo, los medios haciendo las ayudas siempre al tiempo, y el ‘Tigre’ mordiendo arriba, junto a otro hombre del centro de campo, que le ayudaba a hacerle difícil la salida de balón al Athletic.

El Atleti se metió atrás unos instantes, pero el Athletic estaba nervioso, muy incómodo, no acertaban muchos pases, y el conjunto madrileño tampoco quería la pelota, y la sacaban al pelotazo, lo cual permitía a los vascos recuperar rápido y volver a la carga.

Fue sólo durante algo más de 10 minutos. El Atlético decidió volver a apretar arriba, y así fue. Adelantó líneas viendo lo mal que estaban los bilbaínos, y presionando arriba recuperaban muchos balones, además de los defensas, que estuvieron todo el partido soberbios y le ganaron todas a Llorente, algo que se antojaba imposible.

De esta manera, en el minuto 33, Diego botaba un córner, le defensa despejaba, pero en la salida final de balón, Amorebieta se lía con el cuero, Miranda, con mucha fe, va a por él, le roba la pelota, se la da a Arda, y el turco la pone rasa. Allí estaba el de siempre, el que todo lo convierte en gol. La cogió Radamel, de espaldas a la portería, se dio la vuelta pasándose el esférico de un pie a otro, y dejó a Aurtenetxe en el suelo, y a Iraizoz descolocado, así que la pegó de nuevo con la zurda, y a la misma escuadra. Otro gol de esos que recordará siempre, y que nos daba mucho a los colchoneros. La final era nuestra.

Los ‘Leones’ estaban chafados, y apenas metieron miedo hasta el final de la primera parte. Parecía que se rendían. No habían tenido suerte, la inexperiencia había podido con ellos, y lo estaban pagando muy caro.

Bielsa preparó dos cambios, necesitaba darle la vuelta, y trataría de hacerlo con Íñigo Pérez y su gran pegada a balón parado, y con Ibai Gómez. Dos jugadores de ataque por un lateral y un medio centro defensivo. No tenía mas remedio, aquello tenía que cambiar mucho.

El Bilbao venía con ganas, pero los colchoneros estaban motivados, con ganas de repetir el título de 2010, y con muchas fuerzas aún. Al Athletic seguía sin salirle nada. Apenas tuvieron ocasiones más allá de balones colgados al área, pero la zaga siempre la sacaba de cualquier manera, y nadie acertaba en la segunda jugada. Ander la tiró dos veces a las nubes, otra de Ibai, otra de De Marcos, y las demás se chocaron con alguno de los jugadores que estaban metidos en el área.

El mayor peligro venía a balón parado. Estaba Íñigo Pérez, una de las mejores zurdas que he visto en mi vida, y las ponía todas al milímetro. Pero estaba un imperial Courtois por arriba. Salía a buscar todos los centros, y las que iban directas las paraba sin problemas, parecía aún más grande.

A las contras, el Atleti buscaba rematar el partido, pero tardó en conseguirlo. La defensa estaba muy rápida, y Falcao no es un jugador de correr. Aún así, hizo su trabajo a la perfección. Recibía de espaldas a portería, aguantaba la pelota, y esperaba a que llegaran jugadores por bandas para descargar y meterse al área.

Por otra parte, Diego cogía el balón, y al igual que Arda, conducían aguantándolo hasta que veían una buena opción. Corría el tiempo a favor del Atleti.

Finalmente, en el minuto 85, Diego recibió la pelota en el medio del campo, condujo hasta entrar en el área, con un cambio de ritmo se libró de Amorebieta, y la cambió de palo con la zurda. La estirada de Iraizoz fue inútil, el tiro iba pegado al palo.

Esto terminó de derrumbar al Athletic Club, y los madrileños fueron campeones. Simeone lo celebró tanto como el ‘Mono’ Burgos y todos los jugadores. Un partido para enmarcar, el mejor de la temporada sin duda. La avalancha por el centro había surgido efecto, y el partido de entrenadores lo ganó el ‘Cholo’.

Foto de campeones

Había sido el día del Atleti, y el malo de los vascos. Los laterales sin apenas subir, defendían todo perfecto, los centrales mejor que nunca, Courtois paraba lo que le llegaba y estaba más seguro que nunca por arriba. Lo cogía todo, era espectacular. Mario y Gabi, por el centro defendían perfecto y sacaban el balón mejor que nunca. Arda defendía bien, y atacaba como siempre, aguantando la pelota hasta el momento justo, al igual que Diego. Adrían con sus galopadas rompía a los defensas, y cuando no llevaba balón tiraba diagonales con las que se llevaba a la defensa y despejaba el partido a sus compañeros. Falcao, soberbio, todo perfecto, nada que rechistarle. Bueno, sí, que se quede aquí por mucho tiempo… Y Simeone, que vamos a decir de él. El campeón de Europa League, el que nos ha acercado a Champions, el que ha devuelto a este equipo las ganas de jugar, el que les ha hecho ser colchoneros como él… El que tanto le ha dado a este equipo y tan poco ha pedido. Porque ama estos colores como nadie… Gracias Simeone.

Manteando al más grande

Después de la victoria, la fiesta fue total en toda España. Los jugadores lo celebraban de manera espectacular, porque ahora sí, sienten mucho más los colores. Perea, Antonio López, Simeone, Mario, Gabi… Atléticos de verdad, de los que han disfrutado tanto como yo.

Gran despedida de nuestro capitán

Otros, como puede ser Tiago, Filipe, Diego, Arda, o Juanfran jugadores que aquí han tenido la oportunidad de ganar algo que no pudieron en sus equipos siendo piezas importantes. En especial el ex de Osasuna, que dijo "me gustaría estar aquí toda la vida. Algún día quiero ser el capitán". Les hemos devuelto la felicidad en lo deportivo.

Un hombre que lo vive con la ilusión de un niño

Y algo más que resaltar de la celebración. Lo primero, que en la misma se cantaba el “Atleti, Atleti, Atlético de Madrid (sin Gil). Atleti, Atleti, Atlético de Madrid (sin Gil). Eso me ha gustado mucho. Ya va siendo hora de que la gente explote contra la directiva aún ganando. La segunda, el aspecto de Neptuno. Madrid entera era rojiblanca. Había miles y miles de personas celebrándolo, era espectacular. Por toda la ciudad les seguía la gente. En el Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella se puso la camiseta rojiblanca y botó orgullosa de ello. Posteriormente, Esperanza Aguirre hizo lo propio. Espectacular lo que es el Club Atlético de Madrid. Ya en Neptuno, con un ambiente inmejorable, se recibió a los jugadores como las estrellas que son. Por lo felices que nos hacen... Y por supuesto, me queda por decir que estoy orgulloso de que Antonio López sea nuestro capitán, el que le puso la bufanda a nuestro Dios. Gracias, capitán.

Neptuno nos echaba de menos

Además, siendo ya campeones de Europa, hoy también se ha protestado contra la directiva que nos lleva años hundiendo, haciendo ‘Trending Topic’ mundial “#GilYCerezoFueraYA”. Gracias a la gente por hacerlo. Sólo nos falta la ayuda de los medios de comunicación. Con ellos campeones de Europa League, sin ellos campeones de Champions.

El crack que nos dio la copa

Ahora, sólo queda decir que este equipo está en su sitio. Que somos campeones de Europa, y que los niños pueden lucir orgullosos la elástica rojiblanca en el colegio. Yo, en cambio, la luzco más cuando perdemos. Yo soy del Atleti, y nadie lo va a cambiar.

Te quiero, Atleti.